viernes, 9 de enero de 2015

Enero me soñó, y ahora estoy aquí. Sigo aquí y digo (de prestado):


ALLEGRO MA NON TROPPO

Eres bella -le digo a la vida-,
imposible imaginarte más 

exhuberante, 
ni más ranil, ni más ruiseñorial,
ni más hormiguera ni más semillero.


Intento ganarme su simpatía,
halagarla, mirarla a los ojos.
Soy siempre la primera en saludarla 

con expresión de humildad en el 
rostro.

Le salgo al paso por la derecha, 
le salgo al paso por la izquierda, 
extasiada la pongo por las nubes, 
y caigo de bruces, fascinada.

¡Qué montaraz el saltamontes, 
qué mora la zarzamora! 
Nunca creerlo pudiera
quien tal prodigio no viera.


No se me ocurre - digo a la vida- 
con qué poder compararte. 
Nadie ha hecho nunca otra piña 
ni mejor ni peor apiñada.

Alabo tu generosidad e ingenio, 
tu grandeza de miras y tu opinón, 
¿y que más?, ¿qué más alabo?, 
tu taumaturgia y tu brujería.

Para no ultrajarla en exceso 
y evitar sus iras y enojos, 
desde hace cien milenios
le doro la píldora sin sonrojo.
Me acerco y le doy un tirón de hoja: 
¿se ha detenido?, ¿me ha hecho caso? 
¿Por una vez, solo una,
olvida dar el siguiente paso? 


Wislawa Szymborska